Está a medio camino entre el niño cabezón de Padre de Familia, el malo de los PowerRangers y Darth Vader. Este casco de aspecto flipante es un prototipo del ejército británico diseñado para que los pilotos de cazabombarderos puedan ver desde varios ángulos a a su alrededor mientras pilotan sus F-35.
El concepto puede ser parecido al Bubble Helmet que supuestamente estaba desarrollando Toshiba. Pero su aspecto, en lugar de recordar a La Hormiga Atómica, proporciona un look de soldado de Star Wars mucho más guay.
Varias cámaras colocadas en el avión envían al piloto imágenes en alta resolución a través de dos proyectores sincronizados, de modo que obtiene una visión de 360 grados incluso de noche. Esto le permite observar áreas que de otra forma resultarían imposibles de ver desde la cabina.
Las perspectivas se complementan con varios sensores que indican hacia dónde está mirando en cada momento. Los sistemas de a bordo también proporcionan información adicional al piloto.
El casco se utilizará en los Joint Strike Fighter (el nombre mola tanto como el casco), en los que el Reino Unido va a gastarse 94 millones de euros por unidad. Baratos, lo que se dice baratos, no parecen.
Las perspectivas se complementan con varios sensores que indican hacia dónde está mirando en cada momento. Los sistemas de a bordo también proporcionan información adicional al piloto.
El casco se utilizará en los Joint Strike Fighter (el nombre mola tanto como el casco), en los que el Reino Unido va a gastarse 94 millones de euros por unidad. Baratos, lo que se dice baratos, no parecen.
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